El vodka originariamente es una bebida alcohólica transparente, que podemos encontrarla en la actualidad en diferentes tonalidades, debido al esfuerzo de las diferentes marcas para vender sus productos. Para su consumo seguiremos nuestros gustos, pero si nos encontramos en los países del este de Europa seguro que nos recomiendan tomarlo sólo, servido bien frío; mientras que en el resto de países se suele tomar acompañado de algún refresco (limón, naranja), o en los sofisticados cócteles (como los famosos “Bloody Mary”, compuesto de zumo de tomate entre otros ingredientes, y el “Destornillador”, con el zumo de naranja como acompañante del vodka).
Podemos encontrar una gran variedad de esta bebida alcohólica, el vodka, atendiendo a distintas propiedades o características, como por ejemplo: la materia prima utilizada según sea su lugar de procedencia (centeno, melaza, patata, trigo, o una combinación de estos. El obtenido a base de melaza presenta un sabor más dulce que el resto, siendo característico de la zona americana y en parte de Europa occidental, donde también podemos encontrarnos con el obtenido a base de cereales. Los rusos se distinguen por el empleo de trigo y centeno, mientras que la patata sería más característica de países como Polonia) o del procedimiento seguido para su elaboración (encontrándonos ante un vodka neutro, sin sabor, con la pretensión de realzar su calidad íntegra y con un fuerte olor a alcohol; y el vodka con sabor, surgido en principio con el fin de volver más agradable dicha olor).
Como ejemplo de las diferentes marcas de vodka que nos podemos encontrar en el mercado, unas de las más representativas son las siguientes:
- Absolut: elaboración sueca, presente desde el último cuarto del siglo XIX
- Smirnoff: surgido en Rusia, es uno de los más demandados en el mercado.
- Grey Goose: de la producción francesa.
- Wyborowa: como uno de los mejores de Polonia
- Finlandia: dando nombre a su país de procedencia
- Otros como Stolichnaya, Eristoff, Belvedere, etc…