En las postrimerías del siglo XVIII, un doctor instalado en un convento junto con unas religiosas fueron los detonantes del surgimiento de esta bebida alcohólica. Dicho doctor la utilizó en un principio como remedio curativo (mezclando a determinados componentes curativos con los alcohólicos). La absenta comenzó a comercializarse por dichas hermanas religiosas, y gustó tanto que unos años más tarde surgieron las destilerías donde elaborarla a gran escala, motivado ello por la venta de la receta tras el éxito de su difusión en el mercado. Los artistas bohemios de la época la adoptaron como suya, fomentando su fama y reputación en el mercado. La absenta ha tenido que superar duras trabas en su historia dada la prohibición hacia su consumo en diferentes países atribuyéndole efectos alucinóngenos, aunque es cierto que actualmente (menos en Francia y algún que otro país más) su consumo está permitido, interviniendo el Estado en las proporciones y graduación a establecer en la elaboración de dicha bebida.
Dos son los procesos para su elaboración:
a) Sin destilar: durante varios días se maceran sus componentes (ajenjo, anís, hinojo, melisa, etc…) obteniendo al final un resultado bastante agrio.
b) Destilando: incluimos tras el macerado anterior al proceso de destilación. Graduamos después mediante agua el líquido y obtenemos diferentes resultados como son:
- Absenta azul o blanca: inmediatamente después del procedimiento comentado se procede a su embotellamiento. Típica de la producción suiza.
- Absenta verde: agregando diferentes componentes (hierbas que doten a la absenta de dicha tonalidad) a la absenta blanca. En Francia es donde cobra mayor importancia esta elaboración.
- Española: con un gusto un tanto más empalagoso a la francesa dada la añadidura de anís a la misma.
- Bohemia: elaboración checa donde el ajenjo y el alcohol son los principales protagonistas, desplazando al resto de ingredientes.
- Absenta casera: típica de la producción alemana
Está presente en la actualidad en multitud de países, si bien es cierto que tenemos que buscarla, no la vamos a encontrar tan fácilmente, siendo España, Dinamarca y Portugal, ejemplos de zonas consumidoras de absenta.