Si hacemos una aproximación al término “alcohol”, nos encontramos con que este término, de influencia árabe, ha sufrido una serie de cambios semánticos de manera análoga al progreso de la humanidad.
El significado que se da actualmente, y cuya fórmula molecular general responde a CnH2n+1OH, es gracias al desarrollo de la química orgánica durante el siglo XIX. Es entonces cuando se hace ya referencia al conjunto de sustancias (compuestos orgánicos) en cuyas moléculas existe el grupo hidroxilo –OH. Se nombran como los hidrocarburos, de los que proceden, pero con la terminación –ol, como es caso del etanol, butanol, etc. Su singularidad reside en el hecho de poder comportarse como ácidos o bases, gracias al efecto inductivo (el efecto que ejerce la molécula de –OH como sustituto de los carbonos de la cadena en sus extremos).
El alcohol que está presente en las bebidas alcohólicas (vino, cerveza, licores) es alcohol etílico, es decir, el etanol (C2H6OH), el cual presenta las siguientes características: Son líquidos incoloros, de baja masa molecular y de olor característico; Menos densa que el agua, aunque soluble en ella. Solamente el etanol es producido comercialmente mediante la fermentación de frutas o granos de levadura, tanto como bebida como para combustible.
Siempre es recomendable saber el contenido alcohólico de la bebida que estés consumiendo para poder manejar mejor cuánto consumir sin que te perjudique. La concentración de alcohol, expresada en grados, en las bebidas alcohólicas varía de unas a otras. Podemos distinguir bebidas fermentadas y bebidas destiladas si atendemos a su elaboración:
Las bebidas fermentadas valiéndose de los microorganismos (bacterias, hongos y levaduras), obtiene el alcohol a partir de la descomposición de los azúcares contenidos en jugos como la sidra, el champagne, la cava y el vino, o contenidos en almidones como la cerveza. Su graduación del alcohol oscila entre los 3 y 5 grados.
Bebidas destiladas se obtienen por destilación o maceración de las bebidas fermentadas, es decir, al hervir una bebida fermentada. La peculiaridad de este proceso es la de elevar la graduación alcohólica de la bebida por encima de los 17º. Son conocidos también como licores, los cuales a su vez se clasifica: Licores básicos como Ron, vodka, Ginebra, whisky, Brandy, coñac, Tequila, Bourbon, que contienen una alta graduación de alcohol (más 40º); y los Licores dulces como anís y la hidromiel.