Como sabemos la sidra es una bebida alcohólica de baja gradación (3º hasta 8º), que se obtiene por la fermentación del jugo de las manzanas exprimidas. Los especialistas indican que la sidra ideal debe tener un color “ambarino” (ni muy oscuro ni blanquecino), con aroma natural afrutado, y un sabor que invite a beber, es decir, mínimamente amargo y seco. Su temperatura ideal oscila entre los 12-14 ºC, en un lugar fresco alejado de los rayos del sol.
La sidra natural es consumida habitualmente en las sidrerías, carece de gas y hay que escanciarla a la hora de tomarla, por lo que es servida de una forma peculiar para que bata bien y adquiera todo su sabor. El culín o culete, es decir, la cantidad servida ha de ser la justa para ser consumida de una sola ingestión. El sobrante, (porque siempre ha de quedar un sobrante), tendrá como misión limpiar el borde del vaso.
Existen distintas clases de sidra: La Sidra dulce, es la que sale directamente de exprimir la manzana. La Sidra Natural, que es la sidra dulce fermentada. La Sidra espumosa, achampanadas o champanizadas. Y la Sidra de Nueva Expresión, nació con el siglo XXI, siendo la famosa Sidra El Gaitero su primer lanzador, en el 2.003 hay ocho marcas que la fabrican. Es un producto de reciente creación que se puede incorporar a aquellos establecimientos que por sus instalaciones no podían disponer de la bebida tradicional, con poca acidez, que no requiere escanciado, tiene una graduación de alcohol de unos 6 – 8 grados y debe servirse fría, su objetivo es restar mercado al vino blanco.
En el siglo XXI, la empresa sidrera villaviciosina “Sidra El Gaitero“, ha presentado una nueva sidra natural, elaborada con una fermentación lenta a bajas temperaturas. Esta sidra tiene la propiedad de que no es necesario escanciarla, se trata de un producto natural de color amarillo pajizo, sabor fresco y afrutado, con una graduación de alcohol de 7 grados y que debe servirse frío, preferentemente en copa amplia de vino, entre 8 y 12 grados.