Conducir bajo el efecto de las bebidas alcohólicas pone en riesgo la Seguridad Vial, por lo que esto es considerado un delito.
En la actualidad, se han puesto muchos mecanismos en marcha para prevenir estas situaciones e incluso es posible adquirir un medidor de la tasa de alcoholemia para uso particular. De esta forma, los usuarios pueden saber si son aptos para conducir antes de tomar el volante.
Pero, ¿qué tasa de alcohol es un delito?, ¿cómo está regulado? A veces se puede incurrir en este delito por falta de conocimiento o por un despiste en el momento menos oportuno. Con la intención de que conozcas todos los detalles, aquí te vamos a mostrar una gran cantidad de información al respecto.
¿Qué tasa de alcohol es delito?
La tasa de alcohol pasa a ser delictiva cuando se sobrepasan los límites que vienen marcados por ley, así que solo por el hecho de beber no se tendrá problemas con la justicia.
Lo que es relevante en este caso es la tasa de alcoholemia, un índice que tiene un límite y que se comprueba mediante las pruebas de aliento que hacen los guardias de tráfico en diferentes puntos de las carreteras o con un análisis de sangre.
Según contempla el Artículo 379.2 del Código Penal se considera un delito “una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.”.
No obstante, esto tiene su propia división según el tipo de conductor. Aquí puedes ver las tasas permitidas con más detalle:
Conductor novel
- Tasa en aire 0,15 mg/l
- Tasa en sangre 0,3 g/l
Conductor general
- Tasa en aire 0,25 mg/l
- Tasa en sangre 0,5 g/l
Conductor profesional
- Tasa en aire 0,15 mg/l
- Tasa en sangre 0,3 g/l
¿Cuándo es delito por alcoholemia?
El delito de alcoholemia tiene lugar cuando se conduce un vehículo motorizado con índices de alcohol que superan las tasas mencionadas. El alcoholímetro será el aparato que mida en primera instancia la tasa de alcoholemia que tiene el conductor en ese momento, algo que se hace fácilmente soplando por un tubo.
Cuando la medición da positivo, el conductor debe volver a soplar con la misión de hacer la prueba del etilómetro. En este caso se hace dos veces con un breve tiempo de separación y el resultado saldrá en un papel con todos los datos exactos de este examen. La tasa que marque el papel será una prueba definitiva en el momento en el que se celebre un juicio.
En este momento es interesante acudir a abogados expertos en defensa de delitos de alcoholismo, como es el caso del despacho Garanley. Ellos pueden orientar al ciudadano en esta situación, así como solicitar pruebas de contraste para tener una mayor documentación en el momento del juicio.
Dichas pruebas son más complejas, comprenden análisis de sangre o de orina que se deben hacer en un hospital con la ayuda de profesionales sanitarios cualificados. Si los pronósticos son mejores en estas otras pruebas, el resultado del juicio será probablemente más favorable para el conductor.
¿Dónde se regula el delito de alcoholemia?
El delito de alcoholemia viene contemplado en el Título XVII (de los delitos contra la seguridad colectiva) del Código Penal. Consta en el Capítulo IV, lo que pertenece a los delitos relacionados con la Seguridad Vial, en los artículos 379 a 385 ter.
Esta regulación contempla dos tipos de sanciones diferentes por superar las tasas de alcoholemia estipuladas. Son las siguientes:
- Sanción administrativa. Se trata de una sanción por infracción administrativa muy grave por la policía municipal, la Guardia Civil u otras autoridades de tráfico. Esta puede suponer para el conductor una multa de hasta 500 euros, además de perder algunos puntos en el carné de conducir.
- Sanción penal. Este tipo de sanción implica la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores. Puede tener una duración de entre 1 a 4 años en total.
La sanción penal también puede traer las siguientes consecuencias:
- Cárcel de 3 a 6 meses
- Multa de 6 a 12 meses
- Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días
El vehículo va a ser retirado porque se va a considerar ante la justicia un instrumento para el delito. Además, si la sanción incluye la retirada del carné de conducir por un periodo más largo de 2 años, esto implicará la pérdida del mismo.
En el caso de que esta infracción se pueda tramitar mediante un juicio rápido, existe la posibilidad de que el conductor acusado se declare culpable directamente ante el Juzgado de Instrucción pertinente. En ese caso, puede acceder a la posibilidad de que su pena se vea reducida considerablemente.
¿Se puede agravar o rebajar la pena para estos delitos?
Hemos visto que, colaborando con la justicia y mediante la acción de un juicio rápido, se pueden rebajar las penas interpuestas para los delitos de alcoholemia.
Además, cabe destacar que no se puede juzgar un mismo delito dos veces. Eso significa que si un juez absuelve al conductor por la vía penal, solo podrá repetirse un juicio por la vía administrativa, una circunstancia que conlleva sanciones mucho menores.
Sin embargo, también es posible agravar el delito de alcoholemia. Esto ocurre si las autoridades solicitan una prueba de alcoholemia a un conductor y este se niega a colaborar con ellos declinando la opción de realizarla. Esto es un delito por sí mismo, así que se va a sumar a las posibles sanciones por alcoholemia.