Consumir bebidas alcohólicas en exceso provoca daños para nuestra salud, de ello no cabe duda. El alcohol es una sustancia depresora que actúa sobre varios procesos de nuestro cuerpo. De hecho, el consumo abusivo y constante de esta sustancia puede estar ligado a la aparición de enfermedades graves para la salud como la cirrosis y diferentes cánceres —como el de mama, el de boca, garganta, esófago e hígado, entre otros—. Sin olvidarnos, así mismo, del deterioro al cual exponemos nuestro hígado y riñones o las consecuencias derivadas de un coma etílico que, en algunos casos, han concluido en el fallecimiento.
En este artículo analizamos con más detenimiento cómo el alcohol puede interferir en los niveles de glucosa en nuestro cuerpo y por qué las personas que padecen diabetes deben moderar su consumo.
Azúcar baja en sangre
En el caso de que seas una persona deportista y de que lleves una dieta baja en azúcares el consumo de alcohol puede ocasionar una bajada de azúcar en el cuerpo. Lo que ocurre en este caso es que el alcohol interfiere en el proceso de liberación de la glucosa en la sangre y los niveles tienden a bajar.
Diabetes y alcohol
Algo muy parecido al caso anterior ocurre en el caso de las personas diabéticas. En este caso debemos partir de que la insulina ya está interfiriendo en la conversión de la glucosa, por lo que es posible que las cantidades de azúcar ya sean bajas. Lo que ocurre es que al tomar alcohol este inhibe la función del hígado. El hígado, al detectar un descenso de los niveles de azúcar, actúa convirtiendo los carbohidratos almacenados en el cuerpo en glucosa (azúcar) para enviarlos al torrente sanguíneo. Sin embargo, al tener una alta dosis de alcohol en el cuerpo, este se centra en primer lugar en metabolizar el nuevo componente —el alcohol—.
El hígado deja de enviar glucosa a la sangre por lo que, si el azúcar ya era bajo, ahora será menor. Es por esta razón por la que cabe la posibilidad de que de que se sufra una bajada de tensión. Si estás preocupado/a por la cantidad de azúcar que tienes en la sangre en Glucometro.net puedes encontrar una gran cantidad de aparatos dedicados exclusivamente a medir los niveles de azúcar que tienes. Estos aportan resultados, prácticamente inmediatos, por lo que con ellos puedes conocer en apenas unos minutos cuales son tus niveles sin necesidad de acudir a una clínica o centro de salud. Además, muchos de ellos están diseñados en un formato portable para poder llevar con nosotros/as en caso de necesidad.
El alcohol engorda, pero no por los azúcares
Seguramente en muchas ocasiones has escuchado aquello de que el alcohol engorda porque tiene azúcares. Lo cierto es que la razón principal por la cual el alcohol engorda es porque este interrumpe el metabolismo de las grasas y de los hidratos de carbono. En vez de eso, lo que hace el alcohol es que se almacenen en el cuerpo ya que el organismo. Lo que ocurre pues es que el alcohol interfiere en el proceso de oxidación de la energía que se proporciona a nuestro cuerpo.
Así mismo, debes tener claro que el alcohol no se transforma en azúcar al ser metabolizado, este se almacena principalmente en forma de grasa. El problema, es que el alcohol proporciona una gran cantidad de calorías por gramos. Concretamente 7 calorías por cada gramo.
¿Cuánto alcohol puedo tomar si soy diabético?
Lo mejor es evitar el consumo de alcohol, aunque se pueden seguir unas dosis medias para evitar que este interfiera en la cantidad de azúcar que tenemos en nuestro cuerpo. Así pues, en el caso de las mujeres, la cantidad máxima recomendada será de una bebida por día, mientras que en los hombres la cantidad máxima será de dos. En cuanto a medidas se refiere, estas son:
- Una botella de 333 ml de cerveza o sangría.
- Un vaso de 148 ml de vino.
- Un cóctel de 44 ml.
Por supuesto, lo más aconsejable es que estas bebidas se consuman en compañía de alimentos. Así pues, el mejor momento para consumir alcohol sin que interfiera en la cantidad de azúcar será durante las comidas o durante las cenas.