Los probióticos son microorganismos vivos que al consumirlos, contribuyen a equilibrar la microbiota que vive en el intestino. Estos tienen múltiples efectos beneficiosos que van desde evitar problemas gastrointestinales hasta fortalecer el sistema inmunológico.
Estos microorganismos se encuentran de forma natural en diversos alimentos como el yogur o verduras fermentadas y también se pueden consumir como complementos alimenticios. En este último caso, suelen ser recomendados por el médico como coadyuvantes para el tratamiento de diversas patologías.
El alcohol es una sustancia que suele presentar efectos adversos al organismo cuando se consume en exceso y al combinarse con diversos medicamentos. Por esto, es conveniente conocer si es posible mezclar alcohol y probióticos sin causar daños a tu organismo.
¿Cuáles son los efectos del alcohol en la microbiota intestinal?
El consumo excesivo de alcohol trae consecuencias negativas al organismo y es responsable de numerosas muertes anualmente. Esto debido a que afecta desde capacidades neuronales hasta el funcionamiento de diversos órganos como el hígado o el corazón.
Uno de los efectos adversos del alcohol, es que termina afectando el equilibrio de la microbiota que vive en los intestinos. Estos microorganismos construyen una cubierta en las paredes intestinales y son los responsables de regular su adecuado funcionamiento.
Se ha comprobado que el consumo en exceso de alcohol, llega a alterar la estructura que tiene la barrera intestinal. Por tanto, se corre el riesgo de que distintos patógenos puedan alcanzar los órganos internos y causar daños severos.
Esto ocurre debido a que el colón se inflama y, en consecuencia, se afecta todo el sistema inmune que se controla desde la zona intestinal. Por otra parte, debido a que se descontrola el equilibrio de la microbiota, hay mayor riesgo de sufrir enfermedades hepáticas graves.
Además, las personas que sufren problemas de alcoholismo no suelen llevar una dieta balanceada y presentan problemas en la absorción de nutrientes. Asimismo, se promueve la proliferación de patógenos, responsables de distintas patologías que pueden llegar a ser severas.
¿Es seguro mezclar alcohol con probióticos?
En muchos casos, el médico te recomendará evitar la ingesta de alcohol cuando sigues un tratamiento con medicamentos. Esto debido a que los principios activos pueden interactuar de manera negativa con el alcohol o reducir su efectividad.
Con respecto a los probióticos, la mezcla con alcohol no tiene efectos adversos, así que en principio se pueden consumir luego de tomar uno o dos tragos. No obstante, la efectividad de los microorganismos para mejorar el equilibrio de la microbiota se reduce en gran medida.
Hay que tomar en cuenta, que los probióticos son microorganismos vivos, por lo que se verán afectados por las mismas condiciones que aquellos que se encuentran en el intestino. Por tanto, al consumir alcohol, también se va a reducir su sobrevivencia y capacidad de reproducirse en el organismo.
Muchas veces, estos se consumen como suplementos alimenticios que son recomendados por el médico como coadyuvantes para el tratamiento de algunas patologías. En https://valentiabiologics.com/complementos-alimenticios/tipos-de-producto/probioticos-y-prebioticos/ encontrarás distintas cepas en altas concentraciones y con una buena estabilidad, que ayudarán a mitigar los efectos del alcohol.
Algunos de los aspectos que debes tomar en cuenta al mezclar el alcohol con los probióticos, son los siguientes:
- Si solo tomas un vaso de vino, una cerveza o un trago de otra bebida alcohólica, no tendrás consecuencias negativas en los probióticos. No obstante, si el consumo es mayor, se afectarán de manera más profunda y no tendrán efectos positivos.
- No es recomendable tomar los probióticos junto con el alcohol o cuando acabas de consumir un trago. Es preferible alejar lo más posible los probióticos de la ingesta de alcohol, para reducir los efectos negativos.
- Toma en cuenta que si consumes los probióticos con alcohol, los microorganismos no llegarán viables al estómago. Esto debido a que serán afectados por las sustancias alcohólicas.
- Si vas a salir de copas en la noche, es recomendable que tomes la dosis de probióticos durante la mañana.
- Luego de un consumo excesivo de alcohol, es muy conveniente consumir probióticos al día siguiente, a fin de restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal.
Por otra parte, algunas investigaciones recientes han señalado que los probióticos consumidos en exceso, pueden tener algunos efectos secundarios. Los mismos se potencian cuando se mezclan con el alcohol, con resultados negativos para la persona.
Así, algunas bacterias que actúan como probióticos tienen la capacidad de descomponer el azúcar y transformarla en ácido D-láctico. Por tanto, la persona puede llegar a sufrir algunos problemas cognitivos, como dificultad para concentrarse o confusión mental.
Cuando el consumo excesivo de probióticos se mezcla con alcohol, esta confusión mental puede agravarse. De esta manera, la persona pierde capacidad para desarrollar tareas que requieren una alta concentración mental y puede llevar a la ocurrencia de accidentes.
Con base en la evidencia científica, lo más recomendable es no mezclar el alcohol con los probióticos. Así, se garantiza que los microorganismos puedan actuar de forma eficiente en el organismo y lograr equilibrar la microbiota intestinal.
Los probióticos y el tratamiento de enfermedades causadas por el alcohol
El consumo excesivo de alcohol afecta a más de 200 millones de personas en el mundo y es el responsable directo de más de 3 millones de muertes al año. Este es un problema de salud que afecta principalmente a países europeos, donde un 44% de la población tiene una alta tasa de consumo de bebidas alcohólicas.
Esto se refleja en una gran cantidad de patologías, entre las que destacan las enfermedades hepáticas como la cirrosis o la esteatohepatitis alcohólica. Las mismas son causadas por los severos efectos negativos del alcohol sobre la microbiota intestinal.
Los probióticos han mostrado tener ciertos efectos positivos, en el tratamiento de estas enfermedades. Por ejemplo, en el caso de la cirrosis hepática, algunas mezclas de probióticos han mejorado la respuesta inmune del cuerpo y disminuido la translocación bacteriana.
Asimismo, algunas cepas de probióticos estimulan la producción de antioxidantes, reduciendo el daño oxidativo en el intestino, causado por el consumo excesivo de alcohol. En general, los probióticos han mostrado efectividad para prevenir complicaciones en enfermedades hepáticas, debido a que mejoran la permeabilidad intestinal así como la respuesta inmune del organismo.
Por otra parte, algunos estudios experimentales han comenzado a probar el uso de los probióticos para tratar la adicción al alcohol. En estos casos, un aumento en la diversidad de la microbiota intestinal, lo cual podría mejorar la comunicación entre el intestino y el cerebro en personas alcohólicas.
Se indica que esto podría tener un efecto positivo en disminuir el deseo de las personas a consumir alcohol. No obstante, aún no hay una evidencia clara de que los probióticos puedan ayudar de manera efectiva contra el alcoholismo.
Lo que si queda claro es que el consumo de probióticos, principalmente en la dieta, contribuye a mejorar el funcionamiento intestinal. Por tanto, los efectos de un consumo moderado de alcohol tendrán un menor impacto sobre la microbiota del cuerpo.